miércoles, 26 de octubre de 2011

Voy a romper las ventanas para que lluevan cristales

Y te cortes, y tu sangre cubra tu piel escamada, tu piel de serpiente, de cocodrilo, tu piel venenosa. Tu veneno, el veneno que creó una fuerte adicción en mí, el estar contigo era un profundo espiral, era una droga de la que tú me obligabas a salir, un día me dabas y otro no. Eres, y eras cruel. Voy a romper las ventanas, a ver si alguno de los dos cae, y asumiremos un riesgo más, un espiral más dentro del que ya habitamos, un juego más al que jugar. Otro caos en nuestras vidas a medio compartir.



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